Seguramente han escuchado el término dentro de un mundo tan competitivo y por ello, es que a lo largo de las últimas décadas el sector empresarial y principalmente en el ámbito de la economía, la competitividad ha tomado gran fuerza por la capacidad que tiene una persona, empresa o país para obtener rentabilidad.
La Organización Internacional de Normalización, por sus siglas en inglés ISO, ha desarrollado una metodología para evaluar y cuantificar los beneficios económicos de las normas internacionales; entre las que destaca ISO Methodology cuyo objetivo es llegar a cálculos cuantitativos razonables y fiables de los efectos de la implantación de las normas como la ISO 9001 en las organizaciones ya que toma en cuenta el enfoque metodológico, y determinó los key value drivers que requieren la industria.
Dicha metodología, también funge como una plataforma desde la cual se avanza hacia otras certificaciones de sistemas de gestión del medio ambiente, la seguridad o la responsabilidad social; en particular la norma ISO 9001, permite a la pequeña y mediana empresa situarse al nivel de las más grandes, equiparándose en eficiencia y compitiendo en igualdad de posibilidades en el mercado actual tan competitivo.
Es gracias a la implantación de un Sistema de Gestión de la Calidad que de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 9001, que la organización demuestra su capacidad para proporcionar de forma rentable productos o servicios que satisfacen los requisitos del cliente; que también son cada vez más exigentes y evalúan a sus proveedores.
Cabe destacar que el seleccionar a los proveedores certificados, aumentan la posibilidad de incrementar las ventas en el mercado internacional, y a su vez mejorar los sistemas de calidad propios, tomando en cuenta la documentación y el desempeño del suministro al igual que generar una mayor confianza en la relación.
Las normas internacionales, promueven la adopción de un enfoque basado en procesos cuando se desarrolla, implanta y mejora la eficacia de un sistema de gestión de la calidad, es ahí donde la ISO 9001, permite incrementar la competitividad cuando el Director General o el Gerente de planta de la empresa busca esta certificación, basándose a su vez en el ciclo de mejora continua PDCA (Planificar, Hacer, Comprobar y Actuar).
Beneficios ante el mercado:
- Mejora la imagen de los productos y/o servicios ofrecidos.
- Favorece su desarrollo y afianzar su posición.
- Ganancias y accesos a mercados exteriores gracias a la confianza que genera entre los clientes y consumidores.
Beneficios ante los clientes:
- Aumento de la satisfacción de los clientes.
- Recomendaciones basadas en experiencias de calidad.
- Acceder a acuerdos de calidad concertada con los clientes.
Beneficios para la gestión de la empresa:
- La certificación sirve como un medio para mantener y mejorar la eficacia y adecuación del sistema de gestión de la calidad, gracias a los puntos de mejora.
- Conforma las bases de la gestión de la calidad y estimula a la empresa para entrar en un proceso de mejora continua.
- Aumenta la motivación y participación de los colaboradores, así como la gestión de los recursos.
Entre otros beneficios generales, de obtener una certificación es el eliminar las múltiples auditorías que se solicitan ya que los procesos son estandarizados; sin embargo, a la hora de implementar la norma ISO 9001, es necesario tener en cuenta tres conceptos importantes:
Liderazgo
No hay sistema de gestión eficaz, sin un colectivo de personas trabajando con un propósito común; y para que esto sea posible es necesario un liderazgo eficiente. Hay que destacar que los requisitos del Sistema de Gestión de la Calidad deben integrarse con los procesos esenciales de la organización, y sus objetivos deben ser parte de la planificación estratégica.
Una vez alineados a los procesos estratégicos, para conseguir es fundamental la participación de los líderes de la empresa, como el Director General o el Gerente de Planta, y su capacidad para implicar al resto de personas en la eficacia de su trabajo. Ahora más que nunca, es necesario atender a lo que ocurre a nuestro alrededor, tanto fuera como dentro de la propia organización.
Existen factores que requieren ser considerados a la hora de planificar los procesos, como el entorno competitivo, las tecnologías existentes, el marco legal en el que se realizan la operación, los valores corporativos, etc.
Cualquiera de estos elementos puede afectar al logro de los objetivos, y al grado en que ofrecemos productos y servicios conformes a nuestros clientes, ya que este último seguirá siendo el centro esencial de la Certificación basada en la norma ISO 9001; y para garantizar que se cumplen sus requisitos debe contemplarse cada una de las partes de la organización y además pueden existir otras partes interesadas, cuyas expectativas o requisitos podrían afectar al producto o servicio que se ofrece.
Gestión y cambio
Es hablar tanto de una buena identificación del contexto en el que se opera, como una clara demostración de liderazgo y compromiso por parte de la empresa a través de su Director General o su Gerente de Planta; esa terna son fundamentales para afrontar las situaciones de constante cambio a las que se enfrenta cualquier tipo de organización: las nuevas prácticas de negocio, el uso de tecnología en permanente evolución, la internacionalización de los mercados, entre otros factores que obligan a tener una predisposición al cambio.
La norma incide muy especialmente en el modo en que se actúa ante estas situaciones, tanto desde el punto de vista de la planificación (considerando de manera sistemática y planificada, las posibles consecuencias del cambio, la disponibilidad de recursos, asignación de responsabilidades, etc.) como en lo que respecta a la revisión y control de los cambios cuando se han producido de forma no planificada.
El riesgo y el enfoque a procesos
A través de este concepto se pretende que la organización identifique aquellos escenarios posibles en los que podrían no cumplirse los resultados esperados, y establezca las acciones pertinentes para abordar esos riesgos. En otras palabras, es necesario tener en cuenta el carácter preventivo que debe aportar un sistema de gestión de la calidad.
Es importante recordar, que el enfoque basado en riesgos incorporado en la norma ISO 9001 reconoce la diversidad de procesos que pueden definirse, y las diferentes consecuencias que una situación de riesgo puede tener sobre los requisitos de los productos y servicios; o incluso sobre la satisfacción del cliente.
Por tanto, y finalmente, la aplicación de este enfoque debe ser lo suficientemente flexible, pues establece un marco genérico para que cada organización lo adopte en función de su actividad y las particularidades de su modo de gestión.
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