Las tecnologías de la información son ahora una parte indispensable de la vida empresarial. Esta bendición puede convertirse rápidamente en una maldición, para aquellos que no consideran los requisitos mínimos de calidad y seguridad.
Esto se aplica en particular a la industria automotriz: aquí las empresas intercambian una gran cantidad de datos confidenciales a diario, datos que deben protegerse contra robo, pérdida o manipulación.